La ósmosis inversa y el significado de ósmosis y agua osmótica
La ósmosis inversa es un proceso de filtración, donde el agua que pasa a través de membranas osmóticas debido al aumento de la presión se libera de todas las sustancias no deseadas, purificando el agua dejándola ligera y pura llamada agua osmótica.
¿Qué es la ósmosis inversa?
Hablamos de ósmosis cuando una fuerza superior a la presión osmótica, una presión por tanto aún mayor, no detiene simplemente el flujo sino que lo invierte y permite que el disolvente pase de la solución más concentrada a la solución menos concentrada (en este caso de A a B).
Evidentemente, este proceso osmótico no es espontáneo y hay que gastar cierta cantidad de energía para conseguirlo. De este modo, la membrana contendrá una solución muy concentrada por un lado y otra muy diluida, prácticamente purificada, por el otro.
Cómo funciona el proceso de ósmosis inversa
El proceso de filtración osmótica es muy sofisticado, ya que no sólo explota el proceso puramente físico basado en que los poros de la membrana obstruyen las moléculas, sino que también emplea las características de afinidad química de los elementos a filtrar.
La cantidad de presión que debe aplicarse depende del tipo de solución acuosa: para el agua marina, muy concentrada, debe aplicarse una presión de algunas decenas de atmósferas; para el agua de red o, en cualquier caso, ligeramente salada, basta con una presión de unos 10 bares.
Ósmosis inversa y normal, diferencias y aclaraciones
Para comprender mejor este concepto, tomemos por ejemplo un recipiente compuesto por dos compartimentos A y B de volúmenes iguales, divididos por una membrana osmótica semipermeable, es decir, un filtro selectivo.
Esta barrera permitirá que el agua, u otro disolvente (difusión), pase libremente de un lado a otro de la membrana, pero no los solutos. Si las concentraciones de los dos compartimentos son diferentes, por ejemplo, A está más concentrado que B, se creará un gradiente de concentración.
En este caso, el líquido tenderá a desplazarse hacia la fase A, más concentrada, para diluirla, con el fin de eliminar la diferencia de concentración creada, hasta alcanzar el equilibrio osmótico de ambas soluciones.